NUESTRA DIASPORA

diaspora-rusa-espana

Nuestra asociación se llama MalagaRusa. Pero eso no significa que estamos orientados solamente a los rusos en España. Es la mezcla en general de países y nacionalidades.

En España se acostumbra a llamar «rusos» a todos los turistas e inmigrantes de la Europa del Este. Por esta razón también vamos a considerar a todos los rusohablantes sin distinguirlos por su etnia y por la región de donde procedan. Y es que las personas de más de treinta años que decidieron trasladarse con toda su familia a otro país todos ellos por su identidad no se dividen en rusos y ucranianos, estonianos y letones. Se consideran a sí mismos rusos, porque son originarios de una gran potencia, la URSS.

Son originarios de un país que durante casi 70 años no les dividió en pequeños estados, les garantizó educación, les hizo personas y les regaló la felicidad de comunicarse en un idioma común.

Por otro lado, es posible que debido a la complicada situación política del país de donde procede, esta gente no exprese demasiadas simpatías hacia el idioma ruso. No obstante, al encontrarse en un país ajeno y desconocido es justamente el ruso el idioma que hablan entre sí, y el que utilizan como plataforma lingüística universal para una comunicación válida.

Como es sabido, hoy en día sobre 250.000 rusohablantes residen constantemente en España (20.000 de ellos en la provincia Málaga). Son ciudadanos de una docena de países: Ucrania, Rusia, Armenia, Lituania, Kazakhstán, Estonia, Letonia, Moldova, Bielorrusia, Georgia, Uzbekistán, etc.

Por desgracia, las estadísticas exactas no están disponibles, ya que ciertos residentes de otros países también pueden considerarse rusohablantes. Además, hay que añadir no menos de 20.000 familias rusohablantes que han adquirido bienes inmuebles en la Costa del Sol y vienen aquí cada año.

La maravillosa tierra de España hace ya muchos siglos que atraen a personas de todo el planeta por su benigno clima, su cálido sol, su encantadora naturaleza, sus pintorescas costas marítimas y su rica cultura.

Por eso no sorprende que tras el final de la guerra fría, y la caída del telón de acero de la Union Sovetico, cuando a los humildes ciudadanos de la gélida Rusia y de todas las ex repúblicas socialistas se les dejó de prohibir que salieran al extranjero, llegaran a España los primeros inmigrantes de habla rusa. Desde entonces han pasado ya dos décadas y ahora en España, sólo según los datos oficiales, reside más de un cuarto de millón de ciudadanos procedentes de los países ex Unión Soviético.

La diáspora rusa en España está creciendo gradualmente. Aunque este crecimiento no puede ser comparado con el aumento de la diáspora rumana, china y marroquí, España sigue atrayendo a los inmigrantes a pesar de la crisis económica. Y la aparición de organizaciones parecidas a MalagaRusa es la mejor prueba de ello.